Biografía de Carlos Mona Jimenez
Cuando era humano, solía llamarse Juan Carlos Jiménez Rufino, pero desde los 16 años fue bautizado como “La Mona” Jiménez, denominación que suplantó a su nombre para siempre y que va a quedar grabado en la leyenda popular de Córdoba. Es que ya lleva 53 años en el escenario, divirtiendo al ritmo de cuarteto a toda una provincia, a cuatro generaciones, y sus alcances fueron más allá de las fronteras de Córdoba. Hoy, con 69 años, es un mito viviente que todos los fines de semana mueve cerca de 15 mil personas o más, siendo el artista que mantiene su trayectoria, liderazgo y vigencia a pesar de los años, las innovaciones musicales, apoyado en un estilo propio que lo hace único e inigualable. Ya lleva 90 discos grabados y nadie se anima a vaticinar cuando dará un paso al costado en esta aventura musical que suma adeptos día a día.
La Mona en Cuarteto Berna
Nació el 11 de enero de 1951. No se olvide usted de esa fecha porque en unos años podría ser feriado provincial. En sus inicios, se interesó por el folklore, pero el destino quiso que con solo 15 años, superara una prueba de voz entre 40 participantes y se sumara al “Cuarteto Berna”, siendo esa su primera orquesta. Era vocalista, y desde su juventud y adolescencia, podía palparse su ángel, su carisma especial y esa entrega por el público que lo convierte en ídolo. Con esa banda apenas grabó cinco discos, para después dar el salto y sumarse a su tío Coquito Ramaló, al famoso “Cuarteto de Oro”. Tenía 22 años. www.cmj.com.ar
Ahí fue donde explotó su talento individual, con pasos de baile contagiosos y ritmos pegadizos. Creó el famoso hit (muy popular en su época) “Cortate el pelo cabezón” y empezó a disfrazarse. Ya la gente seguía a la banda más por el espectáculo que brindaba Carlos que por el conjunto en sí. Por eso, cuando llegó a 33 años llegó el “Renacer” de “La Mona”.La Mona en su casamiento
Pero sin dudas su otro hijo es su legado musical: 90 discos, canciones que perdurarán en la historia, y una pasión inigualable que mueve multitudes al ritmo del “tunga-tunga”, estilo que no fue de su autoría pero que no existe forma de no relacionarlo a él como el más importante y destacado de todos los tiempos.
Lleva vendidos más de 3 millones de discos y eso habla por sí solo. Incluso creó un lenguaje, con señas de barrios, para identificar a los bailarines y sus lugares de origen. Y anticipó que dejará de cantar el día que su voz diga basta y su corazón deje de latir. Si, guste o no, Cuarteto es La Mona.